Keflavik- Efstaidalur

Damos comienzo a nuestra aventura por Islandia con el traslado hasta Reykjavik, con nuestro anfitrión Eirikurr, que muy amablemente nos ha llevado a recoger nuestro coche de alquiler, pedazo de todoterreno que nos entregan. Después de despedirnos del afable Eirikurr, nos ponemos en camino hacía Thingvellir, no sin antes dudar del camino que debíamos tomar. Una vez en camino, realizamos la primera de nuestras paradas para ver la pequeña iglesia de Mosfell. Y tras 40 km de recorrido llegamos al parque nacional de Thingvellir, uno de los lugares más venerados por los islandeses, ya que allí reside desde el año 930 uno de los parlamentos más antiguos del mundo. Antiguamente, los representantes llegados desde todos los rincones de la isla se reunían allí una vez al año, para aprobar las leyes y dictar sentencias judiciales. Además de por su valor histórico, el parque tiene un gran valor geológico, ya que por allí pasa la falla atlántica, que separa la placa continental americana y europea.

Seguimos nuestra marcha hacía Geysir,el geiser al que tienes que estar muy muy atento si no quieres perderte la foto, o lo que es peor si no quieres darte un chapuzón bien calentito. Y ahí estábamos todos los guiris, con nuestras cámaras preparados para la foto, y aunque en ocasiones se hacía de rogar... prueba superada conseguimos la foto. El nombre de este pequeño enclave islandés, así como la denominación genérica de todos los pozos de aguas termales del mundo que brotan en forma de chorro, proviene precisamente de

Un enorme surtidor de casi 20 mt de diámetro que se abre a ras de suelo en este lugar, y que se ha convertido en definición propia de este llamativo fenómeno propio de zonas volcánicas. El geyser que actualmente está activo se llama Strokkur, y cada 5 minutos lanza su chorro de agua hirviendo hasta los 20 mt de altura.

De camino a Gullfoss, paramos para liarnos unos bocatas de salami que habíamos llevado bien escondido entre la ropa de la maleta, como miserables traficantes...Acompañamos la comida con un viento gélido y de unos mosquitos que por si solos ya deben aportar todas las calorías que necesita el ser humano para vivir un día, de hecho empecé a dudar si eran ellos o nosotros los que se estaban comiendo los bocatas.

Gullfoss, quizás no sea la catarata más hermosa del país, solo quizás, pero seguramente es una de las más impresionantes y sin duda la más visitada.

La tremenda fuerza del agua al caer desde 32 mt de altura, sumado a su enorme caudal, origina un arco iris casi permanente, que hace más bonita la postal. Y también que termines empapado por el agua vaporizada que riega toda la zona.

Tras varias foto, incluso en lugares prohibidos, y una coca cola en un terraza nos disponemos a seguir nuestro camino hacia el glaciar Langjökull, pero nos encontramos con un imprevisto, la carretera se encuentra cerrada, con lo que tenemos que conformarnos con verlo de lejos, después rumbo hacia Efstaidalur, donde haremos nuestra primera noche, entera, en Islandia.
Después de una cara cena, nos ponemos de nuevo en la carretera en busca de un par de cascadas más que no somos capaces de encontrar, por lo que nos acercamos a Reyholt, un pueblecito con una veintena de casas prefabricadas y poco más.