
Al subir al barco, nos dan unos buzos para protegernos del frío y del agua, esto ya acojona un poco, ¿para protegernos del frío? pero con toda la ropa que llevo encima voy a pasar frío... pues SÍ, pasamos frío y mucho. Al ponernos los buzos llegan las primeras risas de la mañana, para mí talla xl, que si no, no me puedo poner buzo, y ¿para Rafa? da lo mismo que talla coja, no puede cerrárselo del todo.
Algunas ballenas se dejan ver, aunque por poco tiempo, solo suben a la superficie para expulsar el agua, volver a
Tras finalizar la excursión nos subimos al coche para dirigirnos al Lago Myvatn, haciendo una parada en sus orillas, y en skutustadir,para comer; sopa, pan con mantequilla, bacalao, carne guisada y café, más agua del grifo por 1450 ISK, un precio muy razonable.
Skutustadir, es la segunda población más grande del Lago Myvatn, y supone una buena alternativa para aquellos turistas que quieren huir del ajetreo de los grupos organizados. Aquí es donde empezamos a acojonarnos con
El Lago Myvatn constituye uno de los destinos obligados en un viaje a Islandia. Este enclave natural es sin duda el destino más visitado del norte del país. El lago, los campos geotermales, cráteres, seudocráteres y mantos de lava que abundan en torno al lago, y que están asentadas sobre la mismísima dorsal atlántica, están declaradas zona protegida por el gobierno Islandés. la traducción literal del nombre del lago myvatn es "Agua de las moscas" y ya os imaginaís porque.
Decidimos dar vueltas con el coche por los alrededores del lago que es pródigo en atractivos diversos. Nuestra primera parada Kalfaströnd, que se encuentra en la ribera del lago donde sus pilares de lava son posiblemente los más fotografiados. Desde aquí rumbo a Grjotagja, la fuente termal más conocida y visitada. Numerosas fumarolas emergen del suelo, produciendo un incomodo olor a huevo podrido. Después el volcán Krafla. Krafla es la mayor región volcánica de la isla, debido a la actividad continua del cráter de fisura que rasga este famosísimo sector de los alrededores del lago. Decidimos dejar el coche aparcado y estuvimos recorriendo durante más de 2 horas un sendero en busca de Dimmuborgir, los famosos castillos negros, formaciones naturales bastantes llamativas, de lava de alguna erupción antigua. Después de un buen rato de caminata, pudimo
s llegar hasta Hverfell, un imponente cono volcánico de 160 mt de altura. Lo curioso es que no conseguimos ver Dimmuborgir hasta que no iniciamos nuevamente el viaje, pero esta vez subido en el coche. Desde aquí nos pusimos en marcha hacia Viti, un vistoso cono. Este cono llamado infierno ofrece una apariencia muy poco espectacular hasta que asciendes hasta su borde, desde donde contemplas un cono de 320 mt de diámetro que tiene un lago en su interior.
El día estaba resultando productivo, por la cantidad de cosas que estábamos haciendo, y viendo.A média tarde empezábamos a estar algo cansados por lo que decidimos darnos un descanso en unos baños termales situados en los alrededores de Kroflu
stod. Se trata de unos baños similares a la Laguna Azul, pero mucho más pequeños y sobre todo baratos, 17 euros con toalla. La diferencia respecto a la laguna azul es que estos sí que son aguas termales reales, a diferencia de la laguna azul que tiene las aguas calientes gracias a la cercanía de un central térmica. El baño resulto ser de lo más reparador, fuera había una temperatura de 11ºC, y dentro del agua superaba los 40ºC, en fin una gozada.

Sobre las 19.30 decidimos ponernos nuevamente en marcha, empezaba a ser tarde y aun teníamos que ver Godafoss antes de llegar a AKureyri donde dormiremos hoy.
Para ver bien la catarata Godafoss,
no tienes que caminar mucho, está muy cerca de donde puedes dejar el coche. La catarata denominada catarata de los dioses es uno de los saltos de agua más majestuosos del país, y no solo por el caudal de agua que se precipita al vacio, sino porque aquí un portavoz de la ley tiró a las aguas los ídolos de los dioses nórdicos, como gesto de que el pueblo islandés abrazaba el catolicismo desde ese mismo momento.
Ya sobre las 21 horas llegamos a Akureyri.
Nos alojamos en un Gesshouse en el que la dueña es una amable islandesa que nos dice que tiene un apartamento en Alicante. Lo bueno del alojamiento es que tenemos cocina para nosotros solos y que no dudamos en usar para hacernos unas sopas y freírnos un poco de jamón para hacernos unas magras. Posiblemente la mejor cena de todas. Alrededor de las 23 horas salimos a dar una vuelta por la ciudad, y somos los únicos seres vivos que hay en la calle. No me extraña 5ºC acompañarán nuestra visita nocturna a la ciudad.